Sin trampa ni cartón

O lo que es lo mismo, ESTA SOY YO. Sin photoshop. Cruda. Sin relleno en las tetas y sin un lunar de menos.

Cuando tenía 11 años, una niña de mi clase me dijo que cuando me ponía de perfil, parecía otra persona. Para mí este comentario se convirtió en una sentencia y desde entonces aborrecí mi nariz. Fue el pistoletazo de salida de mi adolescencia, y durante años mi complejo fue extendiéndose como un virus por todo mi cuerpo y ya no odiaba sólo mi nariz, sino mi perfil al completo, la forma angulosa de mi mandíbula, mis orejas, mi pecho pequeño, mis múltiples lunares, mi culo e incluso mis piernas. Toda mi infancia deseando convertirme en mujer y de repente ser consciente de que mi cuerpo no se moldeaba a la medida de mis deseos. Vaya.

A día de hoy, a mis 32 años, considero que los problemas de AUTOESTIMA han guiado mi vida. Y no pretendo que suene triste o victimista, sino real y auténtico.

La poca seguridad en mí misma ha sido responsable de mis mayores crisis, pero también lo ha sido de la mayor verdad de mi existencia: Descubrir que mi misión en la vida es AYUDAR A OTRAS MUJERES. Como siempre digo: Mi gran vocación no es la fotografía. Mi gran vocación son LAS PERSONAS, y mi herramienta para ayudarlas es mi cámara de fotos.

Supongo que el pensamiento general y en el que estamos educados es el de: No puedes ayudar a alguien si nisiquiera eres capaz de ayudarte a ti misma. Pero yo pienso: Y si el ayudar a otras mujeres es lo que me ayuda a mí? Y si son ellas las que me salvan?

PUES SÍ. LO SON. Y VAYA SI LO SON. CADA DÍA ESTOY MAS CONVENCIDA DE ELLO. Todas las mujeres a las que ayudo me están salvando. Todas las mujeres a las que ayudo son las verdaderas responsables de esta foto que os muestro, sin trampa ni cartón.

Así que quiero daros las GRACIAS. GRACIAS a todas las mujeres que habéis confiado en mí y os habéis puesto frente a mi objetivo. A todas las que lo haréis algún día. A las mujeres de mi familia. A todas las mujeres que han asistido a mis talleres de Autoestima, a mis One to One o a mis workshops de fotografía emocional. A todas mis modelos, que habéis olvidado que lo sois cuando estábais conmigo y habéis sido simplemente VOSOTRAS. Gracias por vivir en mis fotos en lugar de posar en ellas.

GRACIAS A MIS SALVADORAS, A MIS MUJERES, PUES GRACIAS A VOSOTRAS, SOY CADA VEZ MÁS YO.